lunes, 22 de octubre de 2007

Enseñar sin Límites (corrección solemne)







Campamento: André Jarlan
Ubicación: Lo Espejo
Cuando fui al campamento por primera vez, no puedo negar que no me sentía parte de eso, tampoco tenía muchas ganas de enseñar, era mas por un favor que me había pedido una amiga, y estaba cumpliendo con el compromiso. Ahora ya llevo casi un año enseñando y debo reconocer que esta experiencia me ha servido de diferentes maneras. Se que suena “cliche” decir que los niños entregan alegría, pero es así, cada día te vas encariñando más con ellos, ya que no sólo les enseñas materias de castellano y matemáticas, sino también valores y les das pequeños consejos que estas seguro que más tarde les servirán. Conocí una realidad y un mundo que antes sólo veía en los reportajes, o en la televisión.Muchas veces cuando llegamos a enseñarles dicen “no, que lata clases, queremos jugar”, entonces a veces cambiamos las actividades y compartimos con ellos jugando y entregándoles un rato de entretención, que ellos agradecen con simples gestos como cartas o dibujos que nos regalan. La ultima vez que fui la Coni, la niña a la que le enseño me entregó una carta que decía: te amo, gracias por todo. Me sentí agradecida, al menos al saber que le entrego 2 horas donde ella se olvida de todos sus problemas y de la realidad en donde vive.Con mis compañeros nos hemos dado cuenta que a muchos de estos niños les pegan, a mi me da mucha rabia e impotencia no poder hacer nada, porque claro ¿Dónde esta el límite de la tía que le va a enseñar? .Yo no puedo enfrentar a los papas, ni mucho menos demandarlos o darles otro hogar a los niños para vivir, pero si trato de que ellos tengan un lazo fuerte conmigo y que puedan confiar en mí.Creo que la obra que realizo al principio no me influía en nada, pero hoy en día, ya me siento parte de ellos, de sus problemas, sus fracasos, sus alegrías, sus anhelos y sus metas, trato de guiarlos lo más posible por el buen camino, aunque no es fácil en la realidad que ellos viven, donde sus hermanos mayores o jóvenes de la población continuamente se drogan en frente de ellos y les dan un mal ejemplo. Pero para eso estamos nosotros ahí, para enseñarles que la educación es muy importante, que si quieren llegar lejos en la vida tienen que estudiar y dejar de lado “el mal camino” tratando de cumplir con sus deberes y de salir adelante con las herramientas que tienen a su alcance.

jueves, 18 de octubre de 2007

Enseñar sin límites














Campamento: André Jarlan
Ubicación: Lo Espejo

Cuando fui al campamento por primera vez, no puedo negar que no me sentía parte de eso, tampoco tenía muchas ganas de enseñar, era mas por un favor que me había pedido una amiga, y estaba cumpliendo con el compromiso. Ahora ya llevo casi un año enseñando y debo reconocer que esta experiencia me ha servido de diferentes maneras. Se que suena “cliche” decir que los niños entregan alegría, pero es así, cada día te vas encariñando más con ellos, ya que no sólo les enseñas materias de castellano y matemáticas, sino también valores y les das pequeños consejos que estas seguro que más tarde les servirán. Conocí una realidad y un mundo que antes sólo veía en los reportajes, o en la televisión.
Muchas veces cuando llegamos a enseñarles dicen “no, que lata clases, queremos jugar”, entonces a veces cambiamos las actividades y compartimos con ellos jugando y entregándoles un rato de entretención, que ellos agradecen con simples gestos como cartas o dibujos que nos regalan. La ultima vez que fui la Coni, la niña a la que le enseño me entregó una carta que decía: te amo, gracias por todo. Me sentí agradecida, al menos al saber que le entrego 2 horas donde ella se olvida de todos sus problemas y de la realidad en donde vive.
Con mis compañeros nos hemos dado cuenta que a muchos de estos niños les pegan, a mi me da mucha rabia e impotencia no poder hacer nada, porque claro ¿Dónde esta el límite de la tía que le va a enseñar? .Yo no puedo enfrentar a los papas, ni mucho menos demandarlos o darles otro hogar a los niños para vivir, pero si trato de que ellos tengan un lazo fuerte conmigo y que puedan confiar en mí.
Creo que la obra que realizo al principio no me influía en nada, pero hoy en día, ya me siento parte de ellos, de sus problemas, sus fracasos, sus alegrías, sus anhelos y sus metas, trato de guiarlos lo más posible por el buen camino, aunque no es fácil en la realidad que ellos viven, donde sus hermanos mayores o jóvenes de la población continuamente se drogan en frente de ellos y les dan un mal ejemplo. Pero para eso estamos nosotros ahí, para enseñarles que la educación es muy importante, que si quieren llegar lejos en la vida tienen que estudiar y dejar de lado “el mal camino” tratando de cumplir con sus deberes y de salir adelante con las herramientas que tienen a su alcance.

Corrección Autor Retrato "Niña por siempre"



Cuando pidieron el trabajo del autorretato igual me costó definir alguna característica que me representara, o quizás la tenía muy presente, pero me daba vergüenza asumirlo…Cabra chica, si, siempre he sido una niña. En todo sentido, con mis amigas (os), con mi familia, con mi pololo, en el colegio, en la universidad con todos los que están a mi alrededor. Hay factores que han influido en esto, quizás cosas como ser la más chica en todos lados, ser la más chica de mi generación del colegio, de la universidad, ser la menor en mi familia de tres hermanos, siendo el “concho” en todos lados. Desde chica fue sobreprotegida por mis papás por diferentes circunstancias que se dieron en la vida que fuera así, además siempre fui la regalona, consentida y caprichosa. Quizás respondía tan bien a lo que ellos esperaban de mi, que pensaban que consintiéndome en todo y tratándome como una niña chica yo iba a ser feliz. El hecho de ser prematura creo que también influyó en esto, y otras cosas como verme más chica físicamente, la gente siempre me “echa” entre 18 y 19 años. Pero no es responsabilidad de los demás, ni de mis papás, ni amigos, es absolutamente responsabilidad mía, por que esta posición siempre me ha acomodado. Aunque también siento que para otras cosas soy madura, creo que en la vida me ha tocado afrontar cosas difíciles, desde chica, y a pesar de que siento que soy impulsiva, llevada a mis ideas y más intuitiva para hacer las cosas que racional, las personas que están a mi alrededor siempre me han encontrado una persona muy fuerte. Yo sé lo que quiero en la vida y lo que busco, tengo mis metas muy claras, pero se que para alcanzarlo quizás me va a costar más que los demás porque aún vivo en mi mundo, en una “burbuja”, de la cual algún día saldré para ver el mundo real, y aunque suene un poco egoísta me gusta estar donde estoy, como soy, y ver las cosas con mis ojos de niña porque me gusta más este mundo que el de los adultos, es como si viviera un sueño, pero del cual luego tendré que despertar y asumir la vida de adulto, con las responsabilidades, frustraciones, alegrías, orgullos y penas que esto conlleva.

jueves, 4 de octubre de 2007

Autoretrato

No sé, pero encuentro que para tener 21 años, igual soy "cabra chica". Me queda un año para salir de la Universidad, pero no lo creo, siento como si fuera ayer cuando era mechona.
Creo que para algunas cosas soy muy madura, pero igual todavía me siento una niña. De repente creo que todos a mi alrededor están pensando en su futuro laboral, en las prácticas, mientras yo todavía vivo el día a día sin pensar o proyectarme en el mañana. Aunque creo que esto es un proceso y cada día trato de ir aceptando las responsabilidades que la vida me da y con eso mismo ir definiendo mi camino.
Siento que voy creciendo, pero quizas más lento que el resto, como diría yo o como dirían los demás "a mi modo".